Del Cerdus no dejarás ni las pestañas. Pero, ¿qué me dices del vilipendiado pero nunca olvidado, néctar celestial de la vaca (en Tiberia Tetus Deus)?
Que no te cierren tu pico fino que es un regalo divino. Y aprende de Tibericus y de su máxima "No hay amor más verdadero que el amor a los Ibéricos", y de cómo dejó a un lado la dictadura de la dieta. Pues te puedes cuidar pero no esclavizar. Zambúllete y paladea con gusto, que Tibericus ordena y manda que comas y disfrutes de verdad.